Así no más.

Habíamos estado conversando con el Polaco Profundo acerca de lo bien que estaban nuestros ánimos en estas vacaciones y después de un complejo 2008, llegó Marcos y la conversación se distendió aún más.

Pero para mostrarnos una vez más lo paradógico que es la vida y que no estamos aquí para relajarnos en exceso, Alejandro con quien yo había conversado unas semanas antes y me había contado en detalle que no se sentía bien de salud y estaba en plena temporada de exámenes se incorpora a la mesa del café y nos lanza el diagnóstico médico: mieloma múltiple en la médula espinal...estaba acompañado de su hija menor y uno sus nietos.

Que decir? como casi siempre nada que pueda resultar útil, más bien escuchar y escuchar:

FUERZA ALEJANDRO!!!

Nada Mal.

He concluido mis vacaciones sin bochorno alguno y eso a pesar de que me dí varios gustos, por ejemplo practiqué golf durante tres días seguidos en las tierras de mi cuñado Maurice, cocinamos con la Maca un par de cositas ricas en Reñaca y lo más importante al final se cumplió exactamente el plan de la Jacquie para estas vacaciones, el mío por supuesto que era mucho mas tranqui.

Como no podía ir a ver a mi ídolo Napoleón, si hubiera existido la posibilidad me habría parado como un imberbe con la cara llena de risa y habría salido casi corriendo, menos mal que no pasó habría sido un chasco, me tuve que contentar con la lectura de una de sus mejores biografías la de Max Gallo.

Estuve además preparando un curso que voy a dar de economía chilena, difícil tarea pero muy entretenida tengo un par de hipotesis que quiero ver que asidero tienen, quiero estudiar como se enfrentaron los vendavales anteriores, del siglo XVI hasta ahora. Aunque se trata de economía y no de geografía.

Conversando con Ampuero me confidenció que está pensando escribir una especie de Nuestros Años Verde Oliva II pero ahora mucho más ensoñadora, romántica y llena de nostalgia en la quiere explicar como se construyó esa "democracia distinta" que el mundo llama "dictadura cruel y sanguinaria".

Al volver a la canícula metropolitana a enfrentar un año muuy difícil, me reconforta que la U ha partido con el pie derecho, como decimos allende los Andes: con Cobreloa fueron unos "Mostros".