Thursday, January 19, 2006

Por favor, no más de lo mismo

Voy a escribir desde la extrema lejanía de no sentir ninguna emoción, con lo que está pasando en la Democracia Cristiana, con el amargo sabor de haber participado en los últimos meses en diversos encuentros con camaradas, unos en el ICHEH y otro en el restaurante el Divertimento, que ya desdibujados por el curso de los acontecimientos, no podría explicarme el sentido que tenían, el segundo particularmente me deja la impresión de haberme dejado usar, lo que a esta edad no deja de resultar incómodo.
Recomiendo el artículo de Mariano Fernandez en la Segunda del 18.01 sobre "unidad y gobierno, tareas de la DC".
Mariano lo llama "amistad cívica", yo le decía pérdida de confianza entre todos nosotros. Por ahí pasa en primerísimo lugar cualquier intento de recomponer el partido, pero si se cree de verdad en eso, hay que ser muy cuidadoso de no seguir profundizando el mal. La DC está mal en su interior, y eso excede el período de la última directiva, si me apuran creo que es un proceso que no se ha detenido desde el carmengate. Se quebraron las confianzas y nunca más se han recompuesto.Se ha soslayado sistemáticamente hacerle frente a esta situación y como todo duelo mal hecho está terminando por destruirnos.
Creo que una mujer, perfectamente podría conducir este proceso de sanación, pero para ello necesita invitarnos con un sabio "venid y vamos todos" y no con un masculinizado "he resuelto saltar al abordaje, el que sea valiente que me siga".
Es erróneo creer que los problemas están en la pérdida de influencia en nuestra periferia o en la falta de adhesión de los jovenes, eso es el resultado de lo que transmitimos en nuestras luchas internas interminables, en nuestra adicción a buscar cuotas de poder, como, a estas alturas casi única forma de entender la acción política y el ser del Partido.
La arrogancia de pelear más y más cargos nos va destruir, la humildad de servir en los lugares que se nos solicite poniendo a disposición los mejores sin importar el tono interno del azul, debiera ser el comienzo de nuestro vuelo.
El quiebre de la disciplina partidaria, en la última elección en ambas vueltas que todos conocemos, debiera ser objeto de algún debate y posterior resolución por la estructura que corresponda. O será gratis y entonces que pasa con las confianzas? será un accidente de la historia haber votado por Piñera siendo militante DC? creo que así no hay organización que pueda siquiera subsistir en el tiempo.
Me hubiera gustado más plantear los enormes desafíos de actualización que tenemos en lo valórico, cultural, económico, social en fin en nuestra parada para el siglo XXI y para Chile del bicentenario, pero veo a los DC tan
agrietados en su amistad cívica, que hablar de eso siento que es poner la carreta delante de los bueyes.¡Que paradoja!