Thursday, August 12, 2010

Una mala idea

Si en Venezuela o México se repitiera la teleserie Martín Rivas, posiblemente sería considerada una buena obra, con todos los condimentos necesarios para ser un buen culebrón. Sin embargo creo que haber titulado así esta teleserie en Chile ha sido una pésima idea, más aun si se emite por el canal nacional (le queda algo de nacional a estas alturas?) y más aún si se hace en el año del bicentenario.
Nuestro Martín Rivas es el reflejo de una època de cierta grandeza en Chile, de nuestros primeros años de vida independiente (1850), en que los constructores de ella han pasado a la historia por sus valores positivos más que por sus perversiones o por el aprovechamiento grosero de un libertinaje que no fué una característica de nuestra convivencia social. Una pena.
Martín Rivas no es un libro que se desarrolle entre el ombligo y las rodillas, por el contrario es una pieza de amor y afecto, de enfrentamiento con cierto orden establecido y de triunfo de lo humano por sobre el instinto. la fuerza del amor por sobre las convenciones, Martín Rivas es una obra de crítica social y no sexual, a la época en que se desarrolla.
¿Podrán nuestros jovenes de hoy creer que en el Chile del siglo XIX, la aristocracia podía ir encadenando a sus esposas para hacerlas cumplir sus obligaciones matrimoniales o violando mujeres sin recibir la menor sanción y con la Iglesia de aval de estas aberraciones; y si fuera así me podrían decir cuando cambió este país? ¿No corresponde eso mucho más a la Europa del siglo XIV?
Sin duda que era imposible superar al Martín Rivas de Alejandro Cohen y la Leonor de Sonia Viveros, pero porqué no pudimos ser un poquito más audaces tratando de que con la temática de Blest Gana mostráramos actuales convencionalismos y rigideces que siguen impidiendo el triunfo del amor puro y simple.

Quizás eso no iba a tener la fuerza que tiene la creación de un violador adinerado y con poder político o de un conservador que mantiene amantes permanentes y envía a su hija al convento para impedir que siga enamorada de un "liberal desquiciado", en definitiva bajo un título que en Chile nos llena de orgullo se ha puesto en escena una penosa dramatización de bajos instintos y grosera tergiversación histórica. Una mala forma de aportar en el año del bicentenario.
Con Hugo Lavados hemos realizado un documento sobre Pobreza y Distribución de lngreso que me gustaría lo conocieran para lo cual pueden acceder apretando este botón o en la barra lateral