Friday, March 03, 2006

De Dulce y de Agraz

La formación de los equipos del nuevo gobierno, nos han dado algunas alegrías, como el nombramiento de Ana María la nueva subse de Economía y yo agrego la de E. Riveros y G. Arenas y también tristezas o inquietudes.
Lo de Ana María alcanza tambien a amigos que botaron por el candidato de la derecha, me alegro, si hubiera ganado no tendrían esa alegría... y seguramente ninguna. Les deseo a los nuevos subses que tengan pleno éxito en sus funciones.
Entre las tristezas, la principal el haber ignorado a la Jacquie como alternativa de Ministra en un gobierno paritario y por el compromiso que ella ha demostrado permanentemente con su Partido y la Concertación, los que la conocen saben de lo que hablo.
Subses e Intendentes me han dejado un sabor amargo, no acertaba a explicármelo hasta que leí el titular de La Nación: "Bachelet cambia forma de nombrar Subsecretarios: no hay reclamos de los partidos". ¡eso era!
Bachelet cedió a los partidos y como éstos andan desde hace tiempo alejados de la gente, aparece mucha máquina y todo eso que sabemos. Todos contentos los cuatro partidos y el infuyente nuevo para-partido: Expansiva.¿ como dicen algunos que la Concertación no crece?. Eso en la personal.
Como tema a estudiar, nuestra curiosa definición nacional de joven o cara nueva; parece que en el mundo político un joven es alguien que tiene entre 40 y 50 años, así "los jovenes del gabinete" son de ese segmento y además se puede incluir un negrito de harvard ( blanquito de Expansiva) adolescente de entre 30 y 39 años.
La explicación, quizás una vez más está en los partidos politicos, mayoritariamente avejentados, sin juventud, sin proyectos que entusiasmen a quienes pueda interesarles la opción del servicio público a través de la política, no conocen lo que está pasando fuera de sus estructuras, no pueden ofrecer nada nuevo.
Aunque no les guste, otra parte de la explicación está en los propios jovenes ( los de verdad) acostumbrados u obligados por el modelo imperante a ser ganadores y exitosos, no tienen muchas ganas de entrar a un mundo donde poco se gana y mucho se entrega.