Como hace muchos años atrás me ha parecido entretenido hacer una composición sobre mis vacaciones, a pesar del peligro de aparecer medio senil verán que no lo estoy.
En mi departamento de Reñaca con la Jacquie, la Maca y el Jose tuve variadas entretenciones, bueno con ELLA: sexo, mucho sexo... sobre todo cuando dormía....que manera de soñar!!!,
en lo trivial nos llevamos un puzzle de mil piezas que con el aporte operativo de la Maca, separadora de piezas por tonos y del José experto en las partes unicolores acabamos en una semana. No bajamos ni un día a la arena uno por ella, la arena, y dos porque los team me podían llevar a la Clínica en cualquier minuto...UFFF!
Dos buenos libros, de verdad recomendables me hicieron gozar: Mailer y Pamuk , El Evangelio según el Hijo, del primero gran libro, una osada y valiente visión de cómo Cristo pudo ir sintiendo y explicándose su vida, fácil entretenido a momentos divertido, nunca irrespetuoso para mí una pequeña obra de arte, lo que yo al menos pido de un libro. El otro, Estambul entre aubiográfico e histórico ¿será tan meláncolica la ciudad como Pamuk la cree y retrata, habrá amargura en los estambulíes mezcla de un pasado esplendor y un presente poco trascendente?
tambien recomendable para quienes el año tambien es tiempo de lectura.
Algo de cocina, del libro de Cocina Europea que nos regaló Pablo y la Maca antes de irse, hice dos recetas de comida belga: Moules au Vin choritos cocinados en vino blanco y acompañados por papas fritas apoyado por las mujeres para ciertos secretos culinarios y Endibias Gratinadas , rollitos de jamón rellenos con endibias cocinadas a la mantequilla con una salsa de queso y gratinadas al horno, con papas cocidas una variante de la Jacquie fueron del gusto total de los comensales. Buen libro con las medidas correctas en cada receta se puede confiar en él, cosa no menor actualmente.
La visita corrrespondiente a Valparaíso a comer en el Carmenere, exquisita comida un poco cara. Fuimos a conocer la Casa Higuera, precioso hotel en el cerro Alegre como para celebrar algo importante, bien el Puerto se nota que le han metido plata.
El paseo vespertino por la playa siempre a 19 grados, curioso y un par de veces llegamos a Cochoa que en una visión nocturna parece casi Nueva York mirado desde algún puente. Que manera de construir... me acordé de Trivelli y Monckeberg con su protesta en Maitencillo, jajaja no saben lo que se les viene.
El café de la mañana: cada vez más largo el café y más corto el diario... que derroche no haber aprovechado la falta de noticias para habernos entregado algunos reportajes de interés porque el mundo no está nada de fome. Brindé con café cada triunfo de Obama, bien el negrito que siga igual. Que no me escuche la Jacquie.
La U mejorando, y los otros grandes de mal en peor: que mejor.
Así pasaron quince días, con la Coca sin novedad y el Juan preparando su entrega de taller de título, Jose su examen de grado y Pablo sufriendo los rigores del invierno inglés y un dolor de muelas que casi lo vuelve loco. Mi hermano Ricardo va a ser papá, se las mandó y se fue a celebrar a Quito.
Perez Yoma no salió a veranear?
