Wednesday, May 31, 2006

La vida tiene cosas y la muerte tambien

Existen actitudes o reacciones que por distintas razones cada uno de nosotros encuentra curiosas, paradojales o simplemente inexplicables, he decidido contar los diez comportamientos que más me llaman la atención:
en el décimo lugar ubico ese invariable gusto que se tiene por los recién nacidos, siempre son "hermosos" e iguales al padre o la madre, algunos se aventuran y encuentran incluso rasgos de los abuelos. Para mí son normalmente muy feos, congestionados, colorados, pelo pegado al cráneo de piel suelta y de irreconocible parecido al padre, la madre u otro familiar. ¿ porqué se les encontrará hermosos?
En el noveno lugar, nuestra invariable costumbre de manejar por la izquierda, en la ciudad puede ser miedo a la cuneta, pero en carretera inexplicable, porqué molestar a todo el mundo conduciendo por la izquierda, y además bajar la velocidad si se le pide -vía luces- que se pase a la pista derecha, sin ningún ánimo de petulancia recorrí en auto Europa desde Barcelona a Amsterdam y de ahí hasta Roma y de vuelta a Madrid, creo que nunca necesité poner luces para pedir que alguien se corriera a la derecha.
En octavo lugar, otra costumbre linda, cuando alguien habla en un funeral siempre dirige su mirada a la caja, le habla al muerto y no a los que estamos escuchando que estamos vivos, ¡ que ganas de decirle que él ya no escucha allí donde está su cuerpo!
Séptimo lugar, cuando nace una guagua, se dice que la mujer se mejoró... ¿ y de qué estaba enferma? Me dirán que eso viene de....., de donde venga ya sería hora de acabar con la sentencia, por anticuada y falsa.
Sexto lugar, para el sector inmobiliario, ¿ porqué siempre se vende la peor casa de la cuadra? durante años anduve mirando casas y casi invariablemente la que tenía el letrero era la más fea de la cuadra. Las otras tambien se habían vendido, incluso poco antes que ésa, no se veían con grandes arreglos, pero la que a uno le toca ver, es la peor casa de la cuadra!
En quinto lugar, esa actitud impulsiva, irracional de quedar como "jaiba" el primer día de playa, saben que no sirve para nada, salvo para pasar una pésima noche, que esa forma de quemarse es efímera, no se obtiene niugún tipo de tostado, pero ahí estamos una y otra vez: quiere saber quien llegó ayer a la playa? mire cuantas "jaibas" hay a su alrededor.
El cuarto lugar, lo entrego al Vals de los Novios. ¡que sufrimiento! los pobres están sólos mi alma en el ruedo, se dan cuenta que se estan moviendo a un ritmo que no es vals, además es eterno, algunas veces se descansa cuando entran los padres, en otras el sufrimiento aumenta ya no es una pareja sino tres haciendo seriamente el ridículo. No habría una forma de enseñar unos pasitos mientras se prepara el matrimonio?
El tercer lugar para la tele en dos momentos cúlmines: Semana Santa y Fiestas Patrias. En la primera, no será posible programar algo distinto al Manto Sagrado o Jesucristo de Zefirelli o Ben Hur o Quo Vadis? y en la segunda, la inauguración y recorrido por las fondas, a propósito del puesto anterior la cueca de algunas autoridades es francamente deplorable y en este caso inexcusable, pero además está el conteo de autos que saldrán de la capital y los muertos en las carreteras, para todos los años, insufrible!
El segundo lugar, aunque no me pertenece como reflexión es de un cuñado mío, no puedo dejar de ponerla, han visto cuando van por las carreteras unos letreros que dicen ¡cuidado, Salida de Camiones! francamente insólito si los que tienen que tomar todos los cuidados del mundo son los camiones, no los autos del camino principal. Me imagino que si no se respeta esa señal el culpable de chocar con un camión es el automovilista, si la señal estaba clarita.
Bueno, el primer lugar, se lo entrego a una acción que no me puedo explicar, ir a ver a los muertos. Me imagino el siguiente diálogo:
-Donde andabas?
- fuí a ver a mi papá al cementerio (murió hace veinte años)
- Y, como estaba.
- Bien, pero flaquito casi en los huesos ( eso es la pura verdad)

Si alguien se anima a poner sus propias paradojas, podríamos reirnos un poco más de nosostros mismos, en buena onda.