Me pasó los primeros días de esta semana y no es broma, revisando la cartelera futbolística me encontré con que la U jugaba el martes 28 y todo el resto este fin de semana, raro! le pregunté en la noche a uno de mis hijos : oye que pasa con el Estadio el fin de semana, viene algún cantante (sic) que la U juega el martes? me miró con cara de me "estaihue" y me dijo , papá son las elecciones! plop! así de comprometido y nervioso me pilla este fin de semana. No lo cuento porque me parezca positivo sino más bien porque aparte de ser un signo de senilidad prematuro, no me parece nada haber llegado a este grado de desafección.
¡ Señores políticos , he aquí un candidato a ser reencantado!
En otro episodio ahora en el trabajo, alguien me pregunta: ¿tu eres economista? un poco a la defensiva le respondo sí, soy ingeniero comercial con mención en economía! entonces porque no me explicas lo que está pasando: bueno, como economista no puedo decirte mucho, ahora como historiador te puedo explicar latamente porqué está pasando esto, cuales fueron sus causas y si tiramos un tarot podemos vislumbrar cuales serán sus consecuencias.
Una encuesta sobre prestigio ocupacional en Chile, señalaría posiblemente que lo más prestigiado debe ser el exportador de arándanos: da el máximo caché; a qué te dedicas: tengo un fundo en el sur y exporto arándanos, ¡notable! después deben venir los pacos - por fin se puede decir pacos- a mi humilde criterio injustamente tan bien ponderados, pero nada que hacer contra San Bernales, en el otro lado o sea al final de la escala. los políticos, a mi juicio con todo honor y méritos y luego creo que estamos los economistas muy merecidamente también: incapaces totales de realizar - salvo muy escasas y honrosas excepciones- la menor proyección respecto a las cosas que pasan en su campo. Estamos peor que los meteorólogos hace unos años. O no?
