Wednesday, November 23, 2005

La dificultad de lo fácil

Hace unos días, comentando a mi amigo Jaime Hales, se me ocurrió dar una corta opinión a alguien, que no conozco, que también había comentado a Jaime, quizás no debí hacerlo, pero el tema me interesaba; recibí de vuelta una respuesta bastante ácida, que me inhibió de seguir comentando.En el último Tolerancia Cero, Guillier,con razón, le "paró el carro" a un Melnick completamente desaforado en contra de la Michelle. Melnick parece un tipo pauteado, que lee las opiniones que da y que hasta aquí, no da muestras de ser un intelectual, como creo que a él le gustaría que lo definieran, sino más bien de ser la peor cara de un "sesentero" militante político.En una comida con mi familia, se me ocurrió plantear a uno de los comensales, que quizás ( de verdad dije quizás)debiera revisar su actitud con un pariente, porque entre otras cosas, se iban seguir viendo los próximos 40 años. No fue posible seguir la conversación.estoy impresionado.
Pocos sostienen que los seres humanos pueden vivir sólos, al contrario,la familia o la comunidad o el ser social es intrínseco a la persona. No se concibe un hombre aislado.
Pero cómo nos socializamos, si nos cuesta tanto conversar; en la política ya es un lugar común que tener " el cuero duro" es la única forma de resistir, en la familia es cada vez más frecuente, dejar que cada uno viva su mundo, hay que respetar el espacio del otro-y ese espacio crece y crece- y ahoga el espacio común.
Me niego a aceptar esas "verdades".Este blog es una muestra de eso,
crezco con cada conversación, aprendo de todos algo ( parezco cura)
me gustaría estar mucho más con todos los que conozco, partiendo por mis amig@s, pero creo estar nadando contra la corriente. Hace meses que siento que no converso con mi mejor amigo y me hace falta.
¿ será una vez más culpa del modelo?

Sunday, November 13, 2005

Cantando con Serrat

El sábado, fuimos a escuchar una vez más a Serrat, eso creíamos. Debe haber pocos artistas, como él, en que el público se conoce cada una de sus canciones.
Partió con el poema de M. Hernandez: Menos tu Vientre y produjo, nos produjo, una inmediata sensación de cercanía, afectividad y complicidad. Como en su historia de piratas, fuimos nosotros los que nos delcogamos por los haces de luz del escenario y a centímetros del suelo nos quedamos ahí, y Serrat ponía el tema, tocaba la guitarra, sonaba el piano y nosotros cantábamos: siete mil personas podemos decir que cantamos acompañados por Serrat y su guitarra. Era el living de nuestra casa, con él sentado en el suelo, brindando, cantando y contando anécdotas y riendo. En la realidad era un artista acompañado por un pianista extraordinario y una guitarra ¡y sólos mi alma!
En el fútbol, a veces se ha dado lo mismo, once muchachos están solos en la cancha, enfrentando a un rival que hay que ganar, pero con setenta mil personas descolgadas de las cuatro torres del Nacional, que corren traspiran
atajan, hacen goles y celebran.
Qué falta para tener un proyecto país que entusiasme y comprometa así?
Serán proyectos que como las canciones de Serrat, son pedazos sentidos de nuestras vidas?
Serán pianistas talentosos, dispuestos a ser parte de la obra, sólo por un beso del artista - y alguna plata, por supuesto-?
Será un artista, que toque su guitarra y nos deje cantar a nosotros?
Dejarán a la Michelle, intentarlo?

Monday, November 07, 2005

Un café en Reñaca

Estaba en el Gaudí de Reñaca, saboreando mi café dominical y leyendo el cuerpo de Artes y Letras del Mercurio, al cual me referiré luego, cuando delante mío por la vereda pasa una pareja de edad, muy humilde, posiblemente cartoneros o algo así, el hombre llevaba una inmensa maleta, vieja, desteñida, rota, de esas con ruedas que sí le permitían llevarla sin gran esfuerzo.Me mira y me grita: ¡nos vamos de viaje!.
Obviamente me sacó de mi lectura y los ví como se alejaban, pensé en el milagro de una maleta vieja que quizás permitió que ese hombre en las pocas cuadras que caminaba a su casa o a su pieza, hacer un viaje imaginario, lo ví entrar en la estación de ferrocarriles, comprar dos pasajes al sur, ubicarse en su coche de segunda -existe todavía la segunda clase?- y soñar con la vuelta a su pueblo, besando a sus padres, recuperando el olor a tierra y a sus árboles, comiendose una cazuela y durmiendo la siesta; no sé, su expresión era de tranquila felicidad, todo por haber sacado de algún tiesto de basura una vieja maleta grande, su divertido ¡nos vamos de viaje! me hizo bien a mí también.
Bueno, este domingo 6, en el Artes y Letras, hay una entrevista a un filósofo francés E. Tassin, cuya descripción de como se ha deformado la esencia de la política, y de como se debiera reencantar, que me parece muy de fondo, vale la pena leerlo.