Monday, July 19, 2010

Pobreza

Difícil sustraerse del tema CASEN para alguien que fue subsecretario de MIDEPLAN, para ser francos era quizás el único tema del ministerio, que daba derecho a hablar desde La Moneda.
Sinceramente creo que el leve aumento del indicador no da para una campaña del tipo "esto demuestra el fracaso de las políticas de protección social de la Concertación", de la misma forma creo que si el resultado hubiera sido el mismo 1.4% pero para abajo, habría resultado extemporáneo salir diciendo" esto demuestra el éxito de esas políticas".
Puestas así las cosas, es posible rescatar dos tipos de problemas a resolver:
El primero, que bajo el 15 % de pobreza y el 5 % de indigencia, los programas a implementar y los resultados a obtener son cada vez más difíciles de diseñar, mayores en costo y complejidad y por lo tanto la disminución de la pobreza se hará cada vez en proporciones mas reducidas. Esto hace necesario no como un slogan político sino que una sana medida de política económica la revisión y adecuación de cada medida o programa, eliminar algunas que se muestren menos efectivas no puede ser sinónimo de fracaso, así como la implementación de otras nuevas no implicará éxito asegurado. Si el combate a la pobreza deja de ser un material de trinchera creo que se puede conseguir una sinergia que ayude mucho más efectivamente a conseguir el objetivo.
Así, efectivamente corresponde a las actuales autoridades analizar resultados, revisar polticas, medidas y programas, descartar los que no hayan mostrado efectividad y reforzar e implementar otros con la esperanza basada en los estudios realizados, de apurar el tranco, ninguna tragedia en eso, más bien una obligación del cargo.
Un segundo conjunto de elementos más complejo tecnicamente a mi juicio, es como usar la batería económica disponible; en el camino de despejar discusiones estériles, el crecimiento económico es una condición indispensable para reducir los índices, pero como economistas debiéramos decir: condición necesaria pero no suficiente. Esto lleva a definir los agregados que debe tener el crecimiento económico para apoyar en este objetivo, normalmente eso se conoce como políticas sociales que para seguir despejando discusiones estériles tambien debemos indicar como necesarias pero no suficientes.
Encontrar la combinación correcta para continuar reduciendo la pobreza, como dijimos al comienzo no resulta sencillo, porque además se debe agregar un tercer elemento a mi juicio relativamente novedoso que tiene que ver con que las sucesivas crisis económicas de los últimos años: baja del producto, caída del empleo, perdida de ingresos, aumento de las personas que buscan trabajo, etc. han tenido como un subproducto no deseable el que en la recuperación se ha tendido a ocupar menos trabajo que el que se requería pre-crisis, las explicaciones pueden ser varias, reemplazo de trabajo por mecanización, reestructuraciones que agrupan tareas y que donde antes había dos ahora basta con uno, externalizaciones, eliminación de funciones no fundamentales en fin, el drama es que el crecimiento post- crisis no va acompañado de una recuperación del empleo al mismo ritmo.
Por lo tanto se requieren más puntos de crecimiento para mejorar el empleo y como en definitiva por cualquier vía será el empleo estable y productivo y adecuadamente remunerado el verdadero seguro contra la pobreza, el desafío es mucho mayor.
La pobreza no tiene color político, ni racial, ni religioso, sólo cabe aportar a la solución y desear que quienes están hoy a cargo del tema, tengan ojalá mayor éxito incluso que la Concertación.