Así fue el estreno de la selección chilena en Portugal, los mismos jugadores se supone más maduros futbolísticamente pero con un nuevo técnico que como se señaló en la semana, les entregó mas libertad y menos instrucciones, resultado: una lenta pero visible vuelta a tiempos que se consideraban pasados, desorden sobre todo en medio campo, lento traslado de la pelota, poca verticalidad, ausencia de sociedades salvo la de Isla y Alexis, cero presión en la salida rival y por lo tanto la recuperación se hace 50 metros mas atrás y cuesta más llegar al arco rival, una ocasión de gol en noventa minutos sin descuelgue de carrileros poco volumen ofensivo, bueno todo eso que no queríamos y que empezabamos a olvidar..
Nada para preocuparse mucho en realidad, esta es una generación de excelencia y no tendremos grandes chascos para adelante, con éste o cualquier otro técnico de esta categoría y los clubes grandes ya nos sentenciaron a reducir nuestras expectativas de al menos mantener el sitial ganado con Bielsa.Lentamente iremos retrocediendo y no mucho porque los jugadores lo impedirán, pero de plantearse objetivos exigentes ni hablar, a saborear los empates los resultados estrechos.
Lo mas destacable el respaldo del periodismo deportivo que ahora tiene libre acceso a los hoteles -contra la opinión de los jugadores- y podrá recuperar la mala infuencia que ejercía antes de Bielsa, para muestra el panegírico de ignorancia conceptual y escasez de contenidos que le dedicó Solabarrieta transformado ahora en comentarista estrella de TVN, como no había mucho que decir le dieron interminables minutos al gol de Fernandez y al cálculo de los 4 años y 94 días, 18 horas 46 segundos en que Matigol no convertía un tiro libre, todo muy provinciano.
El debut fue como un buen asado, distendido, cancino, desordenado yalegre aunque no con la alegría de un trabajo bien hecho sino la de un asado: la gracia del relajo los errores no se computan.
Que más chileno: total no se perdió!
