Tuesday, May 09, 2006

Cosas de un zumbido

Desde hace unos meses tengo un zumbido en el oído izquierdo que se me ha ido acentuando no sé si por las explicaciones que se dan sobre que hacer con el excedente generado por el precio del cobre, por la farándula "first class" junto a los moais, por las verdades que las autoridades empiezan a conocer de algunas obras del "Super Estadista" - yo por lo menos las sabía casi todas y los usuarios tambien- o por el simple paso de mi tiempo propio, que debe ser lo más posible. Me preocupó cuando sentí que se me pasaba ( el zumbido) al oído derecho: nunca tan demócrata cristiano me dije y pedí hora a un médico, un otorrino.
Me imaginé una sala de espera con mucha gente adulta mayor que yo, audífonos por todos lados y esas caras tan especiales que tienen - cuanto me faltará para decir tenemos- aquellos con dificultades de audición, son como pa'dentro, se la piensan toda y hablan bajito seguramente aburridos de que les digan que no griten.
Llegué atrasado, casi corriendo entro y me encuentro con "un jardín infantil" hecho y derecho, cabros chicos por todos lados, incluidos esos cubos de espuma y de colores, toboganes y alfombra con animales colorinches. Creí que me había equivocado pero no, la señalética indicaba que estaba en lo correcto. El adulto más mayor era yo. Una vez más la realidad fue distinta a las expectativas y a la imaginación que había desarrollado.Una vez más me surgió con fuerza esa actitud que me cuesta tanto tener, deja que las cosas pasen, aprende a vivir lo que la vida te depara.
Bueno, no me dieron ningún medicamento, la respuesta del médico fue: hay dos Nobeles esperando, uno al que cure los ronquidos, el otro para el que sane lo que Ud. tiene, que no es nada grave, igual que roncar. No permanezca en lugares silenciosos, ponga la radio, gánele al zumbido.Ojalá esté en la razón!
De vuelta, mientras bajaba por Vespucio, pensaba en lo bueno que es guardar la plata del cobre, lo hermoso de Eastern Island, y que linda será esta ciudad con puros buses verdiblancos.
No hay caso! Mi imaginario anda con la brújula perdida.
P.D. explicación del médico por los cabros chicos: los problemas de audición se manifiestan cuando uno es muy chico o cuando pasa los cincuenta.