Preocupa la inacción de las autoridades respecto a la pérdida de competitividad que significa la apreciación de la moneda nacional frente al dólar, a estas alturas del desarrollo de la teoría economica no es posible que no se tenga una respuesta ante este problema.
Como sucede ante gran parte de los problemas económicos que enfrentamos se sabe lo no se puede hacer o lo que no rinde los resultados deseados, en este caso, abrir un poder comprador por parte del BC, pero poco casi nada de lo que sí se puede hacer.
Creo que este es un duro golpe a nuestro tan bien ponderado manejo económico de los últimos años y a nuestras expectativas de alcanzar los niveles de los países europeos de mediano desarrollo a fines de la década.
Nuestra competitividad se encuentra severamente amenazada por al menos tres factores.
a.- La baja productividad laboral derivada de una deficiente educación para el trabajo de nuestro sistema educativo.
b.- Aunque moleste o duela, la imposición de experimentar con nuevas tecnologías de energías no convencionales que dado su desarrollo son claramente más costosas ( al menos 20% mas caras) que las energías convencionales, en este sentido me parece correcta la señal gubernamental de aprobar las centrales hidroeléctricas.
c.- La apreciación de la moneda nacional, producto de la situación internacional del dólar y de un posible efecto conocido como enfermedad holandesa dado el precio de nuestro cobre.
Todo esto sin mencionar los efectos negativos de nuestra pésima distribución del ingreso y la falta de equidad del modelo chileno vigente.
Chile ya tuvo en el pasado otras oportunidades de alcanzar altos niveles desarrollo, la miopía de nuestra clase digente de esos tiempos lo impidió; repetir el mismo resultado por tercera o cuarta vez parece un desacierto mayor.
