Hace sólo unos días el futbol chileno obtuvo un histórico triunfo al derrotar a Argentina 1x0; hubo que esperar cincuenta años para que pudiéramos por fin ganarle a los argentinos, todo fue alegría pues el resultado es el fruto de un gran partido y de excelentes actuaciones individuales.
La otra cara de la moneda: Argentina no podía creer lo que veía, superada en todos los sectores del campo incapaz de dar vuelta el marcador sufría una derrota única en cincuenta años y para muchos de ellos no hacía más que confirmar todas las dudas que ya se tenían.
Peor aún Argentina acostumbrada al primer lugar y muy ocasionalmente segunda, veía después de mucho tiempo que el inicio de la última etapa del torneo la relegaba a un magro tercer lugar.
Poco válidas las excusas de la falta de algunos hombres, reconocida por su plantel pródigo en buenos jugadores no había explicación posible para este pobre desempeño.
En este cuadro se produjo la renuncia de Alfio Basile su entrenador. Entendió que debía dar un paso al costado, que no podía seguir dirigiendo una selección acostumbrada a ser primera y ahora tercera.
A mí me parece un gesto digno y valiente que lo enaltece y no le resta nada de su excelente desempeño en otros tiempos o en otros puestos, me parece realista y necesario: la Argentina de Basile no daba para más y se acababa el tiempo para hacer el cambio.
Así son algunas actividades de la vida, mandan los resultados pero también las ideas y los sueños; mal en los resultados y falto de ideas, con jugadores cansados y poco dispuestos a la epopeya , Argentina debe encontrar un nuevo conductor y quizás si pensar tambien en menos figuritas y más en las ganas, sin olvidar que éste no es problema de edad sino de motivación.
Yo creo que Argentina volverá al primer lugar... en fútbol.
