Thursday, October 30, 2008

El Ejemplo de Basile II

El Senador Eduardo Frei ha quedado con la primera opción para convertirse en el abanderado de la DC y posiblemente de la Concertación luego de la renuncia de la Soledad Alvear a la presidencia del Partido y también a la carrera presidencial. Todo correcto hasta aquí, sin embargo......
El brutal descenso de la votación DC, junto con provocar los remezones ya conocidos hizo exclamar a casi todos sus dirigentes que "había que escuchar la voz del pueblo" y " que las cosas se habían hecho mal" por lo tanto había que "asumir las responsabilidades". De nuevo todo correcto aunque.... algunos y algunas trataron de endosar las responsabilidades a todos -con ese criterio se debía haber tenido un Nuremberg para el pueblo alemán- y nadie tiene muy claro que puede significar en este caso: "escuchar la voz del pueblo" y qué "cosas se habían hecho mal".
Dejando ese trabajo no menor para quienes saben de esto, quiero quizás si con premura levantar una voz, una sola voz: Eduardo Frei tiene un sólo camino legítimo para encabezar la DC y la Concertación y es precisamente el que le hemos escuchado a él en todo este tiempo: debe someterse al veredicto de unas primarias abiertas primero en la DC -sabemos que al menos hay un candidato más: Trivelli, y que el padrón interno hay que botarlo a la basura - y luego con el mismo mecanismo ganar la nominación en la Concertación.
Voz del pueblo, hacer las cosas bien, la gente nos exige consecuencia, debemos ser coherentes, ponganle como quieran, pero la ausencia de todo eso puede empezar a explicar este bajón de proporciones.
Que pasa si no hace así ? muy simple no habrá razones verdaderas para que quienes el domingo no votaron DC vuelvan a hacerlo. Que en estos veinte años se han usado varios mecanismos de nominación? Sí, pero eso es historia y dejémosla ahí como historia.
Es de esperar que la DC y en particular Eduardo Frei no se pierdan en esta vuelta.
No me resulta malo el ejemplo argentino, designar un crá glorioso en los 80 como entrenador, pero ponerle al lado, muy al lado a un tipo un poquito más avezado y gigante como Bilardo.