Wednesday, September 01, 2010

Con los mejores deseos.

Se ha cumplido la primera etapa de la renovación de los partidos agrupados en la Concertación de Partidos por la Democracia, han triunfado nuevas directivas cuya característica más importante es la menor edad de sus integrantes sin que de ello pueda deducirse cambios significativos en los estilos de hacer política, a priori, uno tendería a inclinarse por una mantención de ellos.
En ese sentido no hay quiebre con la derrota de enero y la ciudadanía debiera esperar un menú conocido, ya probado y rechazado en los últimos comicios.
Que cada uno se preocupe de aquellos con quienes se siente más cercano, en mi caso sin un gran entusiasmo es la DC y mi primer deseo verdadero es que a la directiva encabezada por Walker le vaya bien, sea exitosa y para ello paso a expresar mi segundo deseo: una DC exitosa es aquella que es capaz de ofrecer un contundente set de contenidos a la ciudadanía y particularmente a los pobres y a quienes los rodean, no sólo los de las encuestas sino que esa inmensa mayoría del país que no es parte del 10% más rico.
Pero no basta lamentablemente con eso, una DC exitosa fue y será aquella capaz de mostrar a los ciudadanos, ejemplos ejemplares de vida, es aquí donde más se ha resentido la adhesión a los partidos y personalmente creo que ha afectado más a la democracia cristiana; se debe recuperar la visión de austeridad, servicio, humildad y ausencia de codicia por los bienes materiales, el avance magnífico de las comunicaciones hoy deja rápidamente al descubierto las incoherencias entre lo que se predica y lo que se practica, la vida personal de aquellos que se dedican al servicio público es cada vez menos privada, resulta cada vez más difícil disociar el discurso de la actuación cotidiana.
Para que la DC recupere su lozanía no basta con disminuir la edad promedio de sus dirigentes, la primera demostración de creer en las ideas que comunica es la actuación consecuente de quienes las proclaman. a riesgo de ser mal entendido: es muy difícil vivir como lo hace el 1% de la población y tener la adhesión del ciudadano común y corriente de este país. La DC ha dejado de vivir como piensa, para pensar como vive.
Cierto que se ha perdido la gran oratoria siempre facilitadora de la entrega del mensaje pero, junto a eso se ha perdido la virtud de la modestia y de una forma de vida alejada del lujo y la opulencia.
Para que a Ignacio le vaya bien la DC debe trabajar en contenidos y exigir nuevos estilos. Ojalá que le vaya bien. Ojalá, pero no me suena bien la primera convocatoria de esta directiva a celebrar el triunfo en el edificio de la Telefónica... y para qué decir la reunión privada de Walker con RN. ¡Porqué?