Wednesday, January 31, 2007

Hades, la muerte y la vida

Nuestro amigo E. Soria nos ha hecho llegar un artículo de S. Micco titulado el "hades concertacionista". Interesante pero a mi juicio erróneo.
Hades es en la mitología griega el dios de la Muerte y la muerte es por definición: término, final, cambio,nuestro amigo Hales habla de desprendimiento, dejo de ser lo que he sido, de tener lo que he tenido, de vivir lo que he vivido, concluye una etapa de la existencia, pero se da nacimiento a otra superior.Desde una perspectiva cristiana el alma se separa del cuerpo, alcanzo la vida eterna bajo otra forma, mi cuerpo ya no me es útil y me separo de él, con la FE bajo el brazo voy al encuentro del Padre, a su lado alcanzo la plenitud. pero primero debo morir y luego renaceré.
Por eso que la muerte lleva en sí misma la vida, se muere definitivamente para vivir de otra forma, necesariamente la muerte es fin y comienzo, también los griegos la entendían de esa manera, Hades el dios de las profundidades dominaba un reino riquísimo el de las riquezas no visibles para el hombre, ésto tiene también una interpretación en sicología: el subconciente.
Y me parece que no es eso lo que tú quieres concluir estimado Sergio.
Me parece que no están dirigidos hacia allá los dardos que tú expones, más bien creo que desechas esa posibilidad sin mayor análisis. y quizás sí sea necesario al menos explorarla.
El tema que te ocupa tiene mas que ver con otra parte de la mitología griega, te sugiero a Cronos y a Pan.

Monday, January 15, 2007

Una Larga y Penosa Enfermedad

El Domingo me dirigí al igual que en los últimos ya no sé cuantos años a votar en las elecciones internas de la DC con la misma sensación de todas las últimas veces, iba exclusivamente porque había una persona que merecía recibir mi voto y nada más, la vez anterior fue porque ante la obvia avalancha que se veía consideré positivo cooperar a que se viera que nadie se podía llevar el partido para la casa. Aunque igual se lo están llevando.
Es como saberse rehén de una larga y penosa enfermedad, sin ninguna motivación ni esperanza de creer que puedan cambiar las cosas, dar un testimonio anónimo de que no me gusta ni me interesa ser parte de lo que pasa. ¿ hasta cuando? creo que ésta pudo ser la útima vez.
El espectáculo deprimente al máximo, lo primero que te encuentras es con personas que te pasan descaradamente, en el mismo lugar de votación una plantilla: si Ud. apoya a X éstos son los lindos y lindas que responden incondicionalmente a X. vote por ellos, perdón, copie la plantilla en cada voto que le den.
Dos tipos de comentarios escuché en la sordidez del ambiente, uno, que lástima que vaya J porque me obliga a ir a votar; dos, -más penoso- yo estoy en esta lista porque ésa es la única manera de llegar al poder-. ¡PLOP! ¡PLOP! ¡PLOP!
En mi comuna votó MENOS gente que el año 1987 en plena dictadura, lo doy completo para que no hayan dudas, y por favor no seamos tan idiotas de echarle la culpa a la fecha.
Que siempre fue igual? perdón de nuevo, PERO NO: En algún tiempo hubo al menos posturas, documentos que circulaban, padrones conocidos, debates en las bases, en la comuna y cierto mucho acarreo algunos contrataban buses, otros taxis, no nos dimos cuenta que ése era el germen de la degeneración actual, de hacer habitual algo que era siniestro. Se ganaban o perdían posiciones, pero no se estaba con la máquina más aceitada porque: ! ésa es la única forma de acceder al poder!
Alguien inadvertido podría pensar que hay grandes acuerdos y que ya no es necesario el debate, profundo error hoy pueden haber más diferencias que ayer, partiendo por el tema de para qué se está en un partido, hoy eso tiene mucha cara de para obtener una pega....o mantenerla.
La DC era un partido de ideas, se elegían autoridades para llevar adelante programas -que obvio- los que perdían no quedaban marginados, no era la cantidad de puestos de trabajo la que estaba en juego. ¡ qué pena! todo eso es pasado.
Creo que he llegado al fin de esta larga y penosa enfermedad, si no hay posiciones, ideas en juego, integración a la tarea común, no habrá próximo voto. Algún amigo deberá perdonarme, pero para elegir caudillos o caudillas no vale la pena gastar ni un segundo.
¡ qué feliz debe sentirse más de alguno con esta declaración! por fin se fué.
Miren a su alrededor y disfruten de esos restos.

Thursday, January 04, 2007

The Chilean Brain

Como creo que acertadamente alguien señaló, el CEP nos entregó sus resultados sobre el "estado de ánimo" de los chilenos a Diciembre 2006 y resulta interesante comentarlos, porque entre otras cosas me parecen muy chilenos.
Mientras una mayoría apoya la gestión presidencial, un porcentaje mayor encuentra que actúa con debilidad 59%; y además que su gobierno es ineficiente el 48% ¡Plop!
El 52% la apoya pero el 61% cree que la situación económica es "ahí no más", ni buena ni mala y el 55% cree que no mejorará, o sea está aparentemente tranquilo a pesar de considerarla una situación económica mediocre y con futuro ídem.
Cómo diría Santos Discépolo: da lo mismo el cobre a .80 que tenerlo a 2.90; el porcentaje de aprobación Lagos 2000 y Bachelet 2006 es idéntico.
Ojo, con la empatía, prácticamente igualados quienes la ven cercana y quienes la ven lejana.
A pesar de contar con más recursos que ningún otro gobierno en los últimos 30 años, menos de la mitad 45% aprueban el manejo de la economía de Bachelet and Velasco, Poniachik, Ferreiro (el team económico).
No estaremos algo confundidos? ¿entenderemos las preguntas?
Por ejemplo si a alguien le preguntaran (que no sea cura) Ud. está mejor con más plata o con menos plata? sería posible en forma mayoritaria una respuesta del tipo: mire, estoy igual!
Claramente el estado de ánimo no es de optimismo, pero no sé si será de pesimismo o de indiferencia; no es baladí la diferencia: el pesimismo es menos profundo más pasajero que la indiferencia, aquí se requiere actuar sobre todos los sentidos y persistentemente, en el primer caso un hecho puntual puede dar vuelta la situación.
Chile aprueba la gestión de un presidente, sobre el cual tambien mayoritariamente cree que es débil, poco diestro e ineficiente.
Quien parte con la introducción al libro: "Cómo entender el cerebro de los chilenos"?