Es la temporada de las clases magistrales y esta vez ha habido dos para el recuerdo, la primera del Presidente Piñera quien inaugurando su cargo nos ha dado una gran lección acerca de cómo se lleva a la práctica la elusión de impuestos y se deja de pagar cincuenta millones de dólares, para menos plata también el método sirve; la segunda de Marcelo Bielsa, argentino, director técnico de la selección chilena de futbol, el cual dirigiéndose a la comunidad universitaria en Viña del Mar se despachó un elocuente: "en esas condiciones, yo también me habría robado un plasma", hecho ocurrido en los saqueos post terremoto.
Chicha y Tango.
La chicha hecha de uva o manzana es un licor antiquisimo, profundamente chileno, de sabor dulzón, agradable al paladar, se digiere suavemente, invita a repetir la dosis y es conocido y temido por su caracter altamente traicionero, sus bebedores no se dan cuenta cómo de pronto pierden la razón y deben ser acostados por buenos amigos. La curadera con chicha es profundamente desagradable dolor de cabeza, acidez, deseos de vomitar son entre otros, efectos normales de la falta de precaución en su consumo.
La chicha, por último no es una bebida aristocrática mas bien es repudiada por la oligarquía, sólo un vasito y por compromiso cuando no quede alternativa educada a la cual echar mano.
Para el tango, sigamos a Ernesto Sábato: el tango, ese pensamiento triste que se baila, en boca de Discepolo, es tambien un acto sexual, el tango es machito pero también es tremendamente débil:
en mi vida tuve muchas, muchas minas,
pero nunca una mujer.
En el tango estan presentes la soledad y los sueños el tango invita a la reflexión, profunda y crítica, a jugarse la vida porque todavía se puede, aunque lo más posible es que una vez más el destino se me escape.
En el tango se pone todo, pero se sabe que es un juego en que se gana por un rato, pero a la larga todos esos momentos
¿tras de qué sueños volaron?...
¿en qué estrellas andarán?
las voces que ayer llegaron
y pasaron y callaron, ¿dónde están?
¿por qué calles volverán?
Por eso Bielsa es profundamente argentino, como el tango, contructor de sueños, crítico de la obviedad buscador insaciable de las razones del por qué.
