Monday, May 18, 2009

Claudio Huepe

(de Jacqueline Saintard)

Hoy despedimos a Claudio Huepe en un emocionante e inolvidable Adiós.
Tu reflexión se hizo presente en casi todos los testimonios y allí recordé que quería compartir en tu Blog un testimonio y reflexión personal, que también reafirma tus palabras. Aquí va.

Partió nuestro amigo Claudio Huepe

Siento una inmensa tristeza por la muerte de Claudio Huepe.
Que lo sorprendiera solo y lejos de su familia y amigos, pero en su segunda patria, es algo que me impulsa a preguntar el significado que ello puede tener para quienes le conocimos y queremos.

Se fue estando en el país que le acogió para vivir el exilio.

Conocí a este querido y querible amigo, como un hijo regalón de su madre, Marta; buen hermano y padre querendón, chocho y orgulloso de sus hijos, constantemente presentes para él, contando siempre de sus vidas, actividades, logros y progresos. Ni decir cuando sus nietos fueron llegando. Su familia era el centro principal de su atención.

Conocí a Claudio como líder en Chillán su ciudad. dirigente regional y nacional de nuestro Partido Demócrata Cristiano. Conductor del movimiento de recuperación de la Democracia. La Alianza Democrática, la Asamblea de la Civilidad y la Concertación de Partidos por la Democracia. Muchos desvelos compartidos.

Conocí y acompañé a Claudio como un progresista.

Y también le conocí...porqué no decirlo, por su galantería sin par con las mujeres, lo que le otorgaba un atractivo especial. Fue un enamorado del amor y vivió intensamente su vida. Siempre con un toque de humor a flor de labios.

Claudio fue un amigo leal . Muy leal y generoso. Virtudes poco frecuentes en nuestra actual sociedad.

Le conocimos como un político, de los que hacen del ejercicio de la política una entrega noble a ideales y convicciones, con todas las incomprensiones que trae la valiente defensa de aquello en lo que se cree para el bien común, para el bien del país, para el bien del partido, para el bien de la Concertación,... antes que del interés individual. Me cuento entre quienes somos una muestra del respeto y la apertura de Claudio, para ceder y distribuir espacios de poder a los jóvenes y las mujeres, ensanchando las vías de participación en la política.

Claudio Huepe ha sido un hombre bueno, de gran humanidad, cuyos merecimientos superan el reconocimiento que recibió por ellos, digámoslo , fuerte y claro.

Claudio Huepe deja huellas imborrables en mi vida, y estoy segura en la de muchos como yo.

Hasta la vista querido Claudio.